EN DIOS NO HAY CASUALIDAD
Muchas veces estamos siendo probados o procesados, y ni siquiera nos estamos dando cuenta. Esto pasa porque no entendemos que como hijos de Dios, y que nada nos pasa por casualidad, sino que el Padre tiene un plan con nosotros y hace los movimientos necesarios para hacerlo cumplir.
Debemos estar expectantes a cada movimiento que se nos presente en la vida, porque cada uno de ellos puede ser una acción del Padre para prepararnos para la llegada al lugar que Él tiene para nosotros.
Pero sucede que cuando no podemos identificar los eventos por los cuales estamos atravesando, tampoco vamos a valorar nada en honor al que los está ocasionando, porque estamos totalmente ciegos espiritualmente y solo podemos ver en lo natural.
Un proceso es una ocasión de elaboración o de transformación. Por eso si sientes que estás en algún proceso, es tiempo de que lo comprendas y te rinda al Padre para ser cambiado y transformado como Él quiere. Porque Dios es el alfarero y nosotros el barro y hace con nosotros como Él quiere.
Publicar un comentario
0 Comentarios