Conforme al el Espíritu


No podemos darle riendas sueltas a los deseos naturales que solo nos llevan a la muerte, más bien debemos vivir conforme al Espíritu que nos da vida. Los deseos naturales no tienen nada que ver con lo espiritual. Por eso no podemos vivir de acuerdo a ello, porque las cosas del Espíritu nos conducen a la vida , pero los deseos naturales nos llevan a la muerte.

Romanos 8:12-13

Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.

Las obras de la carne son todas aquellas que no tienen nada que ver con las obras del Espíritu, sino con todo lo natural. Las mismas, son deseos naturales que te alejan cada día más de Dios y de su palabra,  te esclavizan a vivir bajo una ceguera espiritual que para ti no hay nada más importante ni existe otra cosa, solo una vida basada totalmente en lo natural. Es un plan del enemigo para que no pueda ver la luz de Dios ni te considere su hijo, porque los hijos de Dios son guiados por el Espíritu de Dios y él quiere impedirlo.


Romanos 8:14

Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

Satanás no quiere que seamos guiados por el Espíritu de Dios, él no quiere que disfrutemos de ese privilegio, porque sabe que cuando somos guiados por el Espíritu de Dios, él no nos puede engañar ni confundir. Cuando El Espíritu nos guía, tenemos visión clara y oídos sordos a las voces de satanás, entonces no hay manera de él lograr su propósitos con los hijos de Dios.

No somos esclavos de los deseos naturales que solo nos llevan a la muerte, somos hijos de Dios. El espíritu de Dios nos guía, y ese mismo Espíritu nos hace libres del miedo, del temor y nos confirma que somos hijos de Dios.


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