En las manos de Dios

 



Todo lo que nos acontece tenemos que llevarlo al Padre, porque Él es poderoso y pelea por nosotros. Muchas veces queremos arreglar todo con nuestra propia fuerza, pero eso es un error, porque nuestro poder es limitado, pero el poder de Dios es ilimitado. Por eso todo debemos ponerlo en las manos del Padre, para que sea Él quien tome todo el control de nuestras vidas y de lo nuestro.


Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará. Exhibirá tu justicia como la luz, y tu derecho como el mediodía.

Salmos 37:5-6


Debemos encomendar todo a  Dios y confiar en Él, para que Él se encargue de todo lo que somos y actúe mostrando su poder a favor nuestro. Pero tenemos que confiar, no podemos entregar algo a Dios y seguir turbados y angustiados, cuando le entregamos algo al Padre tenemos que confiar y descansar.


Si confiamos en Dios Él hará. Este es el momento cuando el Padre se manifiesta en nuestras vidas, derrama su gloria y hace  evidente su poder moviéndose a nuestro favor. Por eso cuando entregamos a Dios lo que somos, tenemos que esperar en Él confiados de que Dios se manifestará y hará justicia. 



Por grande que parezca el problema o la situación, ponla en las manos de Dios y confía y espera en Él. El Padre se glorificará en tu vida, llevando solución a cualquier situación que haya en tu casa, porque cuando pones tu vida en las manos del Señor y confía en Él, Él se hace presente y te ayuda.


Pero la salvación de los justos es de Jehová, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.

Salmos 37:3


Tu salvación viene del Señor, es a Él que  debes acudir cuando tiene cualquier dificultad, porque Él es tu fortaleza. Es a Dios a quien debes llevar tus quejas y tus cargas, es a Él que debes encomendar tu camino, tus dolores y angustias y toda necesidad. Y puesta tu vida en las en las manos de Dios, solo tienes que confiar y esperar en Él y Padre te salvará, porque Dios no deja en vergüenza al que espera y confía en Él.





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