En Dios hay solución

 



Muchas veces estamos pasando por situaciones adversas y no sabemos qué hacer en dicha condición. Cuando estamos así nos sentimos presos, porque no vemos una puerta para salir adelante de la situación que nos encontramos, pero hoy vengo a hablarte de la solución para esa condición.


David también se sintió así en ocasiones, pero cuando le pasaba, él miraba al cielo y le contaba a Dios su condición. Esto lo podemos ver aquí en el Salmos 142:1-2


Salmos 142:1-2

Con fuerte voz clamo al Señor, con fuerte voz le pido misericordia. En su presencia expongo mi queja, en su presencia doy a conocer mi angustia. 


Esto nos dice a dónde es que debemos ir en los momentos de angustia y dificultad, es a la presencia de Dios. Allí es el lugar correcto, independientemente de lo que no pase, porque cuando le contamos a Dios nuestra condición, Él obra a nuestro favor y nos abre puertas.


A veces pasamos por momentos que nos sentimos como si estuviéramos en presión, es una opresión que nos impide orar y adorar a Dios, pero Dios nos libera de todo esto si clamamos a Él creyendo. Mira como dice el Salmos 142:7


Salmos 142:7

Sácame de mi prisión para que pueda yo alabarte. Los hombres honrados me rodearán cuando me hayas tratado bien.


El salmista también quería ser libre de su opresión, porque él se sentía sin libertad, estaba en persecución y estaba siendo oprimido, pero sabía a dónde ir. David conocía el lugar donde se encontraba la solución de su problema, y por eso cada vez que tenía una situación adversa se dirigía al Padre y clamaba a Él.


No dude en ir al Padre cuando se te presente la necesidad, porque solo Él te puede ayudar, el mundo no tiene la solución, las personas por mas que quieran, muchas veces nada pueden hacer por ti, pero Dios por grande que sea el problema, siempre te puede ayudar.  Dios es más grande que cualquier dificultad, cuando el hombre no puede más, ahí entra Él, y hace por ti y por tu familia lo nadie puede hacer.

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