Dios restaura la vida del hombre

 

Dios te levanta

Eres una vasija de Dios, la cual fue creada para cargar el tesoro de su gloria, pero muchas veces debido a los ataques del enemigo y los procesos de la vida, esa vasija es sacada de función y luego se encuentra vagando por el mundo ejerciendo otra, para cual no fue creada.

Ésta por todos los acontecimientos de la vida rueda por diferentes lugares, por lo que resulta ser agrietada, marcada, y muchas veces adquiere roturas las cuales ella misma no puede reparar. Pero cuando esta vasija después de todo esto clama a Dios, y decide reencontrarse con Él, Dios  la escucha, la rescata y la restaura.

Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.

Jeremías 15:19

Solo debe tomar la decisión de salir del camino que lleva para encontrarse con Dios, es cuestión de no querer seguir como está, cuando se devuelve para cumplir con el propósito de Dios, Él la toma, la limpia y la pone en el lugar correcto, del cual nunca debió salir.

No importa que tan rota se encuentre la vasija, si abre su boca y clama a Dios, Él sale a su rescate y la salva. Es muy importante que cada vasija sepa para qué fue creada, porque con este conocimiento, no se prestara para el juego de ser usada para otra función que no sea la indicada por su creador.

Dios restaura tu vida, Él sella todas grietas y sana cada herida, solo tienes que reconocer que eres pertenencia suya, y la intención para la que te creo. Las marcas del pasado no determinan quien eres, tienes el ADN de Dios, y Él es el único que define tu realidad. Solo reconoce quien eres y para que fuiste creado, clama al Padre sin importar el lugar o condición en la que estas, lo que importa es que quiere salir para cumplir con la función que Dios te indico.

En el lugar que te encuentres, como vasija de Dios, ahí el Padre te encuentra, te limpia y restaura, Él cambiara tu nombre y cambiara tu historia. Después de encontrarte con Dios, no te llamaran igual, porque es evidente en cambio que el Padre ha hecho en ti.